Desde que tengo memoria tengo una cámara en la mano. A los 10 años me heredó mi papá mi primera cámara profesional y desde entonces es el único arte que he practicado sin pausa. Naturalmente, al graduarme de arquitectura en el Tec de Monterrey y Politécnico de Milán, la transición a la fotografía de arquitectura sucedió de manera espontánea. La constructora donde trabajaba al recién graduarme notó que mis reportes fotográficos eran de excelente calidad artística y fue cuando me pidieron empezar a documentar sus proyectos. Esta constructora en Monterrey hace casas de ultra-lujo y fotografiar este tipo de proyectos de arquitectos cómo Bernardo Pozas y Agustín Landa me dio un portafolio increíblemente sólido cómo fotógrafo de arquitectura y he ayudado a despachos a ganar premios internacionales de diseño.

Siempre he logrado fusionar mis pasiones, y fue cuando combiné la neurociencia con la fotografía de arquitectura cuando logré otra sensibilidad en las fotos. Que tiene que ver el cerebro con la fotografía, pensarás? Todo. Es el órgano que utilizas para procesar la información que reciben tus ojos al ver una imagen. Y entender cómo funciona me permite entender cómo influenciar el ojo del observador. Nuestra mente tiene maneras particulares de trabajar y hacerte consciente de cómo una composición, el color, la luz de una foto afecta tus emociones te permite transformarte de un buen fotógrafo a un extraordinario fotógrafo. 

 

Creo que el mundo es un lugar muy competido donde sobran los productos y negocios genéricos. Por eso notarás que los pocos que destacan tienen una personalidad bien definida y la gente conecta con su autenticidad. Las fotos pueden comunicar esencia, emociones, contar historias. Con mis fotos busco ayudarte a documentar tu proyecto de la mejor manera por este medio artístico para que las fotos comuniquen lo que tu proyecto realmente pretende comunicar. ​

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Siceramente,

Daniel Cordón.